Ciudad de México.— La Selección Mexicana atraviesa uno de los momentos más tensos rumbo al Mundial 2026, que tendrá a México como uno de los países anfitriones. A pesar de haber conquistado la Nations League y la Copa Oro en etapas recientes, el equipo llega a finales de 2025 con una racha negativa y un ambiente que genera preocupación entre aficionados y especialistas.
En los últimos meses, el Tri ha acumulado derrotas ante selecciones de mayor jerarquía y un preocupante declive en funcionamiento colectivo. Uno de los puntos más señalados es la falta de un estilo definido: la rotación constante de alineaciones, la poca claridad táctica y la incapacidad de sostener ventajas han puesto al equipo en el centro de la crítica.
El entrenador Javier Aguirre ha reconocido públicamente que varios jugadores “no están alcanzando el nivel requerido”, lo que ha encendido aún más las alarmas. La portería, históricamente una de las posiciones más sólidas para México, hoy es un foco de incertidumbre debido a la irregularidad de los posibles convocados.
Además, la tensión con la afición crece. Abucheos recientes en partidos amistosos y declaraciones de jugadores molestos por la presión han alimentado un ambiente difícil de manejar a pocos meses del torneo mundialista.
A pesar de todo, exfutbolistas y analistas aseguran que esta crisis puede revertirse si se consolida una base táctica y emocional. Con tiempo limitado pero suficiente, el Tri aún podría corregir el rumbo. Sin embargo, la pregunta es inevitable: ¿logrará México llegar a su propio Mundial con un equipo capaz de competir?
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